Comentario
Según Plutarco, entre las medidas de Pericles estuvo la de establecer la misthophoría, o pago de indemnización por asistir a funciones políticas. Lo hacía, dice, para competir con el evergetismo de Cimón. De hecho, ahora la redistribución del beneficio del imperio se hará, por tanto, a través del estado. La acción idion, privada, se sustituye por la acción dernosion, pública. Ello significa que se priva a los particulares de utilizarla en su proyecto. El redistribuidor deja de ser el particular para poner la función en manos del demos, sin que ello quiera decir que no continúen teniendo posibilidades de control los miembros de las grandes familias. Sin embargo, controlada la ganancia por el demos, la flota se convierte básicamente en instrumento para el mantenimiento de su propia libertad, a través de la ciudadanía, situación que garantiza, no sólo no caer en la esclavitud, sino también no caer en las condiciones económicas que pudieran obligarlo a realizar, como libre, trabajos serviles. El demos controla y se beneficia del imperio, aunque también se beneficien las clases dominantes, pero éstas han de actuar políticamente en consonancia con los intereses del demos.
Una vez que la ciudadanía se ha convertido en arma privilegiada, su extensión se restringe, hasta el punto de que otra de las medidas, coherente, atribuida a los primeros momentos del predominio democrático de Pericles, es la del metréxenos, por la que se excluye todo aquél cuya madre fuera extranjera. Según Plutarco, se tomó para reducir el número de los beneficiarios de un concreto reparto de cereales procedentes de Egipto, pago de la colaboración con Inaro, pero tuvo una proyección mayor en la sucesiva conformación de las relaciones entre ciudadanía, democracia e imperio. Según Plutarco, quedan fuera 10.040, pero Filócoro habla de 4.700 ilegales.